Como ayudar a nuestro hijo a afrontar el divorcio

María Velasco Ghisleri. Psiquiatra infantojuvenil, nos habla sobre cómo ayudar a nuestro hijo a afrontar un divorcio.

 

Lo primero que tienen que plantearse los padres es como van a hacer con el tema de la custodia. Depende de la edad de los niños. No es recomendable la custodia compartida con niños menores de 1 año, puesto que en esa edad los niños necesitan más de la madre. A partir del año y medio los padres empiezan a tener más importancia y se puede empezar a hablar de una custodia compartida.

Los primeros sentimientos que tienen los padres en el momento del divorcio (la rabia, frustración,….) van desapareciendo con el tiempo, sin embargo la actitud de los padres con respecto a los niños va a quedar reflejado en los niños, por eso es recomendable que los padres sepan controlarse delante de los niños.

En general los niños se sienten culpables de la separación, piensan que cuando se ha portado mal, no han hecho los deberes,… sus padres discuten de como regañarles y castigarles, pensando que son los causantes de esa situación. Y que por lo tanto también se sienten responsables de volver a unir a los padres. Hay niños que pueden llegar a enfermar para unir a los padres en el hospital, manteniendo siempre la esperanza de que vuelvan a estar juntos.

Hay que hacerles entender que mamá y papá ya no se quieren como antes, que este cambio es bueno para la convivencia, que ya lo entenderán más adelante, que ellos no tienen nada que ver para intentar protegerles en ese sentido… Es bueno preguntarles de vez en cuando cómo se sienten, qué es lo que piensan de porqué nos separamos y por supuesto no frustrarles: mamá y papá no van a volver a estar juntos, no tiene nada que ver contigo, ya lo entenderás cuando seas mayor, pero sobre todo repetirles que papá y mamá no van a volver a estar juntos.

Los niños tienen que aprender a afrontar que el divorcio de los padres es su divorcio, depende solo de ellos, de los padres, que no está en sus manos ni arreglarlo, ni es suya la culpa, y sobre todo hablar con ellos de cómo se sienten en cada momento y acompañarles en este proceso.